Cambio Inmoral
A la mañana siguiente miguel no sabia si todo lo del tal Legión era un sueño o simplemente algo que se imagino, acostado en su cama con la luz de la mañana entrando por la ventana se levanta y nota que la realidad se asomaba por el espejo. Ahí estaba el, sus ojos mas seguros, mas diabólicos sobre todo mas profundos, llenos de odio, el odio que nunca pudo mostrar. Y ahora estaba saliendo a montones.
-¿De que trataba la venganza de Legión? Bueno, mi venganza a través de el –murmuro al espejo sintiéndose tonto por habla solo, bueno al fin y al cabo había hablado con uno la noche anterior.
Empezó a vestirse para ir de nuevo al colegio, tomo las ropas mas negras con calaveras un par de cadenas en sus piernas, zapatos negros, su cabello con un peinado algo alocado y puntiagudo. Siempre con sus ropas góticas sea a donde sea. Y tenía la sensación de ser más diferente a lo normal.
Tomo el auto un Palio negro. Coloco a uno de sus grupos preferidos “Mandrágora Scream”. Llegando al colegio aparco el automóvil. Se bajo, tomo sus cosas si notar que había algo diferente, sin notar que el espejo retrovisor estaban sus ojos, sus mismos ojos, pero con el aire de Legión.
-Hola miguel ¿listo para ser diferente? – Retumbó en la cabeza de este-
-Joder, Legión ¿donde andas?- le espeta miguel con el corazón a mil, por el susto ¿De donde le hablaba?
-dentro de ti, ahora eres uno mas de mi legión, de mi ejercito de almas perdidas, y por favor habla con la mente cuando quieras hablar conmigo, somos familia estamos conectados desde ahora.
¿De verdad? –pensó miguel probando lo que acaba de escuchar-
Siguió su camino, las chicas lo miraban nunca había pasado eso. Siempre había sido ignorado, siempre había sido humillado, pero las chicas le miraban, mas de una le llamaba ¿Qué pasaba? Por que de repente miguel era la sensación del colegio.
-¿hey todavía no has ido con tu novio Satanás?- dijo Andrés pasando por el costado de miguel, el uno de los chicos que siempre lo molestaba
Algo extraño sucedió, miguel sintió que podía defenderse, la sed de sangre le vino a la mente, su cuerpo reacciono en cuestión de milisegundos.
Tomando a ese chico por el cuello, lo estampo contra la pared. Levantándolo del suelo demostrando gran fuerza ¿era el mismo miguel?
-Por que coño, no te vas tu con Satanás y me dejas a mi en paz – replico miguel mientras mas apretaba el cuello de ese chico, queriéndolo asesinar, queriendo ver como su alma se desvanecía lentamente, ya el chico se estaba poniendo morado, por que no podía respirar.
Miguel por favor déjalo –grito Verónica desde el otro lado-
Pero miguel no quería dejarlo, quería asesinar, quería matar, quería vengarse, por cada noche que sus lagrimas rodaron por su mejillas, por cada ves que los humillaron.
El se vengaría.