El miedo recorrió mi rostro al ver esos enormes colmillos, de la excitación y el placer que tenia hacia esa mujer del vestido negro pase al terror ¿Qué coño era? ¿Un maldito monstruo que solo yo pensaba que existan en los libros de Anne Rice y en las películas?
- Tranquilo chico- dijo con una voz muy cambiada a la que yo escuche en el baile, era una voz tenebrosa con un pequeño chirrido y como si le faltara aire – o no lo necesitaba para respirar- veía sus senos al aire, pálidos como el resto de su perfecto y escultural cuerpo a pesar del miedo y de que quizás moriría esa misma noche a manos de esa desconocida criatura había todavía un grado de emoción y excitación.
Su lengua recorrió mi mejilla lentamente, y su mano bajo por todo mi pecho hasta llegar a mi entrepierna y acariciarme. Ella miro a mis ojos –y en ese preciso momento todo miedo desapareció de mi mente y cuerpo- mis labios besaron los suyos sin importar su dientes, sabia que ese deseo estaba prohibido y que lo pagaría muy caro al finalizar pero no me importo, solo existía ella en ese momento, mis manos terminaron de quitar su vestido negro, completamente desnuda ante mis ojos, su palidez era la mas hermosa del mundo.
Ella con una rapidez increíblemente termino de quitar toda mi ropa, sentándose entre mis piernas y la penetración se hizo inminente, empezó a moverse con una delicadeza. me mordí el labio pensando en que era la mejor noche de mi vida con esa exquisita mujer que hace algunos minutos atrás tenia un vestido negro. Mis manos presionaba su espalda, sintiendo su piel pálida entre mis manos.
No, nos importo si alguien estaba cerca los gemidos se habrían escuchado a muchas cuadras a la redonda, a punto de llegar al cielo al orgasmo. Veo sus dientes.
-no te preocupes, es mucho mejor que tener muchísimos orgasmos a la ves- dijo ella con una voz entrecortada por las fuerza de la penetración que yo le daba y así expuse mi cuello a mi amada chica del vestido negro.
- Tranquilo chico- dijo con una voz muy cambiada a la que yo escuche en el baile, era una voz tenebrosa con un pequeño chirrido y como si le faltara aire – o no lo necesitaba para respirar- veía sus senos al aire, pálidos como el resto de su perfecto y escultural cuerpo a pesar del miedo y de que quizás moriría esa misma noche a manos de esa desconocida criatura había todavía un grado de emoción y excitación.
Su lengua recorrió mi mejilla lentamente, y su mano bajo por todo mi pecho hasta llegar a mi entrepierna y acariciarme. Ella miro a mis ojos –y en ese preciso momento todo miedo desapareció de mi mente y cuerpo- mis labios besaron los suyos sin importar su dientes, sabia que ese deseo estaba prohibido y que lo pagaría muy caro al finalizar pero no me importo, solo existía ella en ese momento, mis manos terminaron de quitar su vestido negro, completamente desnuda ante mis ojos, su palidez era la mas hermosa del mundo.
Ella con una rapidez increíblemente termino de quitar toda mi ropa, sentándose entre mis piernas y la penetración se hizo inminente, empezó a moverse con una delicadeza. me mordí el labio pensando en que era la mejor noche de mi vida con esa exquisita mujer que hace algunos minutos atrás tenia un vestido negro. Mis manos presionaba su espalda, sintiendo su piel pálida entre mis manos.
No, nos importo si alguien estaba cerca los gemidos se habrían escuchado a muchas cuadras a la redonda, a punto de llegar al cielo al orgasmo. Veo sus dientes.
-no te preocupes, es mucho mejor que tener muchísimos orgasmos a la ves- dijo ella con una voz entrecortada por las fuerza de la penetración que yo le daba y así expuse mi cuello a mi amada chica del vestido negro.
Lo que no sabia, era el precio que tenia que pagar por ese orgasmo.
Me has dejado asombrada menuda imaginacion que tienes, escribes muy bien.
ResponderEliminarTe felicito.
Te voy a dar una pequeña sugerencia para que todo el mundo te pueda leer sin dificultad...el azul en las entradas por lo menos a mi me cuesta mucho y eso que tengo puesta las gafas, solo es eso una sugerencia no hay otra intencion ni quiero ofender ni nada parecido.
Seguiremos en contacto.
Con cariño
Mari